Tour virtual "Calvario" Tour virtual "Calvario" Via Dolorosa se encuentra en la parte antigua de Jerusalén. Fue sobre estas piedras que Jesús caminó, llevando su cruz al Calvario.
Panorama de introducción ¡Bienvenidos a la visita virtual de uno de los lugares más importantes del cristianismo, la Vía Dolorosa! El Vía Crucis, también llamado Vía Dolorosa, es un itinerario que recorrió el Salvador desde el lugar en que fue condenado hasta su crucifixión en Gólgota. A lo largo de su último camino sucedieron diferentes acontecimientos que detenían esta triste procesión. Hoy en día, 14 paradas, o estaciones, están canonizadas y todas ellas marcadas con capillas o iglesias. Nueve Estaciones, las podemos encontrar en los evangelios, y las demás, están explicadas en las leyendas sobre la tradición cristina. La esencia y la parte espiritual de esta tradición tienen como objetivo dar a conocer a los creyentes al menos una mínima parte de sufrimientos que asumió nuestro Señor a lo largo este camino. Millones de cristianos de todo el mundo sueñan con visitar este lugar. Lugar del juicio de Jesús Estamos en la primera Estación del Vía Crucis, en el lugar donde tuvo lugar el juicio de Jesús. Antes aquí había residencia del procurador romano de Judea. Actualmente, en este lugar está funcionando la escuela musulmana Umariya. Precisamente aquí Poncio Pilato preguntó la multitud: “¿Qué mal ha hecho este hombre?” La multitud clamaba: “¡Sea crucificado!” Entonces, el procurador dejó en libertad al delincuente Barrabás y condenó a muerte a Jesús. En este lugar está ubicada la iglesia de la condena e imposición de la Cruz que conserva sus losas desde aquellos tiempos. El Arco del Ecce Homo de la Vía Dolorosa es conocido por el hecho de que Poncio Pilato llevó allí a Jesús y dijo, dirigiéndose a los principales sacerdotes: “Aquí está el hombre”. Con estas palabras el procurador quiso decir que el Hijo del Hombre no tenía culpa y merecía compasión. Lo explica el capítulo 19 del Evangelio según San Juan. La segunda Estación del Vía Crucis: Jesús carga la cruz. Hoy en día aquí se encuentra una grande iglesia de los Franciscanos, en el patio de la cual estamos nosotros. En este lugar, los soldados romanos hicieron una corona con espinas y se la pusieron en la cabeza de Jesús. Le echaron sobre los hombros una capa de color rojo púrpura que simbolizaba el atuendo del rey, se burlaban de él arrodillándose ante él y diciendo: “¡Alégrate, el rey de los judíos!” Los soldados escupían en él y le golpeaban la cabeza. Este episodio se menciona en el capítulo 27 del Evangelio según San Mateo. La Iglesia de la Flagelación Según las leyes romanas, antes de la crucifixión los condenados debían ser azotados. Varios verdugos les pegaban azotes por todas partes. Sus látigos, en forma de cinturones con bolas de hueso o plomo, se clavaban en Su cuerpo provocándole un dolor insoportable. Por eso la iglesia que ahora está ubicada en este lugar se llama la iglesia de la Flagelación. La iglesia de la condena e imposición de la Cruz forma parte de la iglesia de los Franciscanos ubicada en la segunda Estación del Vía Crucis. Se llama así porque los condenados a muerte tenían que llevar ellos mismos su cruz. Le cargaron la cruz sobre los hombros de Cristo y le llevaron a Gólgota, el lugar de crucifixión. Los científicos demostraron que la cruz sobre la que los romanos crucificaban a los condenados pesaba alrededor de 70 kg. En aquel entonces, Gólgota estaba situado fuera de los límites urbanos de Jerusalén, detrás de la puerta occidental de la ciudad llamada Puerta del Juicio. Jesús cae por primera vez bajo el peso de la cruz El cruce de la calle Vía Dolorosa y la calle Gai marca dos Estaciones del Vía Crucis: la tercera que rememora la primera caída de Cristo bajo el peso de la Cruz, y la cuarta, donde Jesús encuentra a su madre María. La capilla armenia y la Iglesia de los Dolores de María están dedicadas a estos acontecimientos. Le invitamos a visitarlas en nuestra visita virtual. Estamos en la tercera Estación del Vía Crucis donde Jesús cayó por primera vez cargado con su cruz. Caminaba cargado con su peso por el camino empedrado, agotado con martirios. El Libro del profeta Isaías dice: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca”. La capilla armenia está dedicada a este acontecimiento. Su construcción se financió con dinero de los soldados polacos después de la Segunda Guerra Mundial. Jesús encuentra a su madre La iglesia católica armenia de los Dolores de María está dedicada a la cuarta Estación del Vía Crucis, al encuentro de Jesús con su madre. La Virgen María, la madre del Salvador, estaba entre los que le acompañaban en su último camino terrenal. A pesar de que este encuentro no aparece en los evangelios, se cree que en este lugar, ella consiguió romper el cordón de los soldados romanos y salió al encuentro con su hijo. Estamos en la cripta, o sea, en un lugar subterráneo. Aquí se encuentra el mayor santuario de la Iglesia católica armenia de los Dolores de María. Precisamente aquí, durante las obras, fue encontrado el mosaico bizantino, en el centro del cual se conservan huellas de las sandalias de la Virgen. El lugar de encuentro de Jesús con Simón el Cirineo La quinta Estación hace mención a una persona llamada Simón, originario de la ciudad libanesa Cirenaica. Se encontró por pura casualidad en la multitud en las proximidades del Vía Crucis. Los legionarios, enfadados con que Jesús avanzaba muy lentamente cargado con su pesada cruz, hicieron que se la llevara Simón. En este punto, la Vía Dolorosa empieza a subir hacia Gólgota. Aquí se encuentra la capilla franciscana, a la derecha, en la pared, se ve una piedra con hundimiento que es huella de la mano de Jesús cuando se apoyó contra la pared después de liberarse de la cruz. Lugar donde Santa Verónica limpió el rostro de Jesús con su pañuelo de seda La sexta Estación del Vía Crucis está dedicada al encuentro entre Jesús y la mujer Verónica. Mucha gente estaba acompañando a Nuestro Señor en su último camino. La mujer llamada Verónica salió a su encuentro y le limpió el rostro con su pañuelo mojado con agua fría. Más tarde, la canonizaron, y el pañuelo con la imagen impresa de Nuestro Señor se conserva ahora en la Basílica de San Pedro en Roma. Lugar de la segunda caída de Jesús La séptima Estación es el lugar de la segunda caída de Jesús. En este sitio se encontraba la Puerta del Juicio. Aquí, a los condenados por última vez se les leía la sentencia y ya no la podían volver a recurrir. Cada condenado tenía oportunidad de recurrir la sentencia antes de la Puerta del Juicio, pero al cruzarla asumía su culpa. Al pasar por la Puerta, Jesucristo se tropezó con su umbral y cayó. Estamos dentro de la iglesia alemana luterana, la Iglesia del Redentor, dedicada a la séptima Estación del Vía Crucis. Fue construida a finales del siglo XIX en el lugar del Templo de Santa María la Latina del siglo XI. La iglesia construida en el estilo romano fue consagrada en 1898. En la ceremonia estaba presente el káiser Guillermo II. Lugar de encuentro de Jesús con las piadosas mujeres La octava Estación donde Jesús se dirigió a las piadosas mujeres. Lo seguía un gran gentío del pueblo y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad, llegará el día que dirán: dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado. Este llamamiento se considera una profecía sobre la destrucción de Jerusalén al cabo de 40 años. La octava Estación del Vía Crucis es señalada con una piedra redonda incrustada en la pared del monasterio ortodoxo griego de San Caralampio. Lo más probable es que se trata de aquella parte de columna que lleva la imagen de la cruz y la inscripción en griego: “Jesucristo vencedor”. Lugar de la tercera caída de Jesús La novena Estación y la tercera caída de Jesús. En este lugar, el Salvador cayó y se le abrieron las vistas a Gólgota, el lugar, donde sería crucificado y aceptaría la muerte de mártir. Este lugar es señalado con la columna a la entrada del monasterio copto. Patio del Templo del Santo Sepulcro La décima Estación del Vía Crucis está situada a la entrada del Templo del Santo Sepulcro, a la entrada de la capilla de Revelación. En este lugar, a Jesús se le quitaron la ropa antes de crucificarlo. El Evangelio según San Mateo dice: Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgola, o sea, “calavera”, le dieron a beber vino mezclado con hiel. Jesús lo probó, pero no lo quiso beber. Allí lo crucificaron y después se repartieron entre ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes. Gólgota y capilla de “Clavos” Gólgota Piedra de la Unción Santo Sepulcro Estamos al lado de Santo Sepulcro. Aquí finalizó su Vía Crucis y su vida terrenal. Así lo describe el evangelista Mateo: “José tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo colocó en el sepulcro nuevo que se había hecho tallar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue. Los principales sacerdotes pusieron guardia y sellaron la entrada al Sepulcro. Al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y otras mujeres a visitar el sepulcro, pero lo encontraron vacío. El Ángel del Señor estaba sentado sobre la piedra que antes tapaba la entrada al sepulcro. Dijo a las mujeres: “No tengan miedo. Yo sé que buscan a Jesús que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado.”

Tour virtual "Calvario"

Fecha de creación

12.10.2016

Recorrer descripción

Via Dolorosa se encuentra en la parte antigua de Jerusalén. Fue sobre estas piedras que Jesús caminó, llevando su cruz al Calvario.

Acerca del recorrido virtual

Panorama de introducción

¡Bienvenidos a la visita virtual de uno de los lugares más importantes del cristianismo, la Vía Dolorosa! El Vía Crucis, también llamado Vía Dolorosa, es un itinerario que recorrió el Salvador desde el lugar en que fue condenado hasta su crucifixión en Gólgota. A lo largo de su último camino sucedieron diferentes acontecimientos que detenían esta triste procesión. Hoy en día, 14 paradas, o estaciones, están canonizadas y todas ellas marcadas con capillas o iglesias.
Nueve Estaciones, las podemos encontrar en los evangelios, y las demás, están explicadas en las leyendas sobre la tradición cristina. La esencia y la parte espiritual de esta tradición tienen como objetivo dar a conocer a los creyentes al menos una mínima parte de sufrimientos que asumió nuestro Señor a lo largo este camino.
Millones de cristianos de todo el mundo sueñan con visitar este lugar.

Lugar del juicio de Jesús

Estamos en la primera Estación del Vía Crucis, en el lugar donde tuvo lugar el juicio de Jesús. Antes aquí había residencia del procurador romano de Judea. Actualmente, en este lugar está funcionando la escuela musulmana Umariya.
Precisamente aquí Poncio Pilato preguntó la multitud: “¿Qué mal ha hecho este hombre?” La multitud clamaba: “¡Sea crucificado!” Entonces, el procurador dejó en libertad al delincuente Barrabás y condenó a muerte a Jesús. En este lugar está ubicada la iglesia de la condena e imposición de la Cruz que conserva sus losas desde aquellos tiempos. El Arco del Ecce Homo de la Vía Dolorosa es conocido por el hecho de que Poncio Pilato llevó allí a Jesús y dijo, dirigiéndose a los principales sacerdotes: “Aquí está el hombre”. Con estas palabras el procurador quiso decir que el Hijo del Hombre no tenía culpa y merecía compasión.
Lo explica el capítulo 19 del Evangelio según San Juan. La segunda Estación del Vía Crucis: Jesús carga la cruz. Hoy en día aquí se encuentra una grande iglesia de los Franciscanos, en el patio de la cual estamos nosotros. En este lugar, los soldados romanos hicieron una corona con espinas y se la pusieron en la cabeza de Jesús. Le echaron sobre los hombros una capa de color rojo púrpura que simbolizaba el atuendo del rey, se burlaban de él arrodillándose ante él y diciendo: “¡Alégrate, el rey de los judíos!” Los soldados escupían en él y le golpeaban la cabeza. Este episodio se menciona en el capítulo 27 del Evangelio según San Mateo. La Iglesia de la Flagelación Según las leyes romanas, antes de la crucifixión los condenados debían ser azotados. Varios verdugos les pegaban azotes por todas partes. Sus látigos, en forma de cinturones con bolas de hueso o plomo, se clavaban en Su cuerpo provocándole un dolor insoportable. Por eso la iglesia que ahora está ubicada en este lugar se llama la iglesia de la Flagelación. La iglesia de la condena e imposición de la Cruz forma parte de la iglesia de los Franciscanos ubicada en la segunda Estación del Vía Crucis. Se llama así porque los condenados a muerte tenían que llevar ellos mismos su cruz. Le cargaron la cruz sobre los hombros de Cristo y le llevaron a Gólgota, el lugar de crucifixión. Los científicos demostraron que la cruz sobre la que los romanos crucificaban a los condenados pesaba alrededor de 70 kg. En aquel entonces, Gólgota estaba situado fuera de los límites urbanos de Jerusalén, detrás de la puerta occidental de la ciudad llamada Puerta del Juicio.

Jesús cae por primera vez bajo el peso de la cruz

El cruce de la calle Vía Dolorosa y la calle Gai marca dos Estaciones del Vía Crucis: la tercera que rememora la primera caída de Cristo bajo el peso de la Cruz, y la cuarta, donde Jesús encuentra a su madre María.
La capilla armenia y la Iglesia de los Dolores de María están dedicadas a estos acontecimientos. Le invitamos a visitarlas en nuestra visita virtual. Estamos en la tercera Estación del Vía Crucis donde Jesús cayó por primera vez cargado con su cruz.
Caminaba cargado con su peso por el camino empedrado, agotado con martirios. El Libro del profeta Isaías dice: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca”.
La capilla armenia está dedicada a este acontecimiento. Su construcción se financió con dinero de los soldados polacos después de la Segunda Guerra Mundial.

Jesús encuentra a su madre

La iglesia católica armenia de los Dolores de María está dedicada a la cuarta Estación del Vía Crucis, al encuentro de Jesús con su madre. La Virgen María, la madre del Salvador, estaba entre los que le acompañaban en su último camino terrenal. A pesar de que este encuentro no aparece en los evangelios, se cree que en este lugar, ella consiguió romper el cordón de los soldados romanos y salió al encuentro con su hijo. Estamos en la cripta, o sea, en un lugar subterráneo. Aquí se encuentra el mayor santuario de la Iglesia católica armenia de los Dolores de María. Precisamente aquí, durante las obras, fue encontrado el mosaico bizantino, en el centro del cual se conservan huellas de las sandalias de la Virgen.

El lugar de encuentro de Jesús con Simón el Cirineo

La quinta Estación hace mención a una persona llamada Simón, originario de la ciudad libanesa Cirenaica. Se encontró por pura casualidad en la multitud en las proximidades del Vía Crucis. Los legionarios, enfadados con que Jesús avanzaba muy lentamente cargado con su pesada cruz, hicieron que se la llevara Simón. En este punto, la Vía Dolorosa empieza a subir hacia Gólgota. Aquí se encuentra la capilla franciscana, a la derecha, en la pared, se ve una piedra con hundimiento que es huella de la mano de Jesús cuando se apoyó contra la pared después de liberarse de la cruz.

Lugar donde Santa Verónica limpió el rostro de Jesús con su pañuelo de seda

La sexta Estación del Vía Crucis está dedicada al encuentro entre Jesús y la mujer Verónica. Mucha gente estaba acompañando a Nuestro Señor en su último camino. La mujer llamada Verónica salió a su encuentro y le limpió el rostro con su pañuelo mojado con agua fría. Más tarde, la canonizaron, y el pañuelo con la imagen impresa de Nuestro Señor se conserva ahora en la Basílica de San Pedro en Roma.

Lugar de la segunda caída de Jesús

La séptima Estación es el lugar de la segunda caída de Jesús. En este sitio se encontraba la Puerta del Juicio. Aquí, a los condenados por última vez se les leía la sentencia y ya no la podían volver a recurrir. Cada condenado tenía oportunidad de recurrir la sentencia antes de la Puerta del Juicio, pero al cruzarla asumía su culpa. Al pasar por la Puerta, Jesucristo se tropezó con su umbral y cayó. Estamos dentro de la iglesia alemana luterana, la Iglesia del Redentor, dedicada a la séptima Estación del Vía Crucis. Fue construida a finales del siglo XIX en el lugar del Templo de Santa María la Latina del siglo XI. La iglesia construida en el estilo romano fue consagrada en 1898. En la ceremonia estaba presente el káiser Guillermo II.

Lugar de encuentro de Jesús con las piadosas mujeres

La octava Estación donde Jesús se dirigió a las piadosas mujeres.
Lo seguía un gran gentío del pueblo y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad, llegará el día que dirán: dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado.
Este llamamiento se considera una profecía sobre la destrucción de Jerusalén al cabo de 40 años.
La octava Estación del Vía Crucis es señalada con una piedra redonda incrustada en la pared del monasterio ortodoxo griego de San Caralampio. Lo más probable es que se trata de aquella parte de columna que lleva la imagen de la cruz y la inscripción en griego: “Jesucristo vencedor”.

Lugar de la tercera caída de Jesús

La novena Estación y la tercera caída de Jesús.
En este lugar, el Salvador cayó y se le abrieron las vistas a Gólgota, el lugar, donde sería crucificado y aceptaría la muerte de mártir. Este lugar es señalado con la columna a la entrada del monasterio copto.

Patio del Templo del Santo Sepulcro

La décima Estación del Vía Crucis está situada a la entrada del Templo del Santo Sepulcro, a la entrada de la capilla de Revelación. En este lugar, a Jesús se le quitaron la ropa antes de crucificarlo. El Evangelio según San Mateo dice: Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgola, o sea, “calavera”, le dieron a beber vino mezclado con hiel. Jesús lo probó, pero no lo quiso beber. Allí lo crucificaron y después se repartieron entre ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes.

Gólgota y capilla de “Clavos”


Gólgota


Piedra de la Unción


Santo Sepulcro

Estamos al lado de Santo Sepulcro. Aquí finalizó su Vía Crucis y su vida terrenal. Así lo describe el evangelista Mateo: “José tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo colocó en el sepulcro nuevo que se había hecho tallar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue. Los principales sacerdotes pusieron guardia y sellaron la entrada al Sepulcro.
Al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y otras mujeres a visitar el sepulcro, pero lo encontraron vacío. El Ángel del Señor estaba sentado sobre la piedra que antes tapaba la entrada al sepulcro. Dijo a las mujeres: “No tengan miedo. Yo sé que buscan a Jesús que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado.”