Acerca del recorrido virtual
La Misión de San Alejandro en Jerusalén.
La Iglesia de San Alejandro Nevski.
Tanto la misión en general, como la iglesia llevan el nombre del reverendo príncipe Alejandro Nevski, un personaje brillante y al mismo tiempo controvertido para la historia de Rusia. Durante diferentes etapas de su vida llevó varios títulos: fue príncipe de Kíev, de Nóvgorod, de Pereslavl-Zaleski y de Vladimir; en 1225, a la edad de 4 años, a instancias de su padre, el gran príncipe Yarosláv Vsévolodovich, pasó el ritual de la consagración militar. Precisamente el servicio militar del príncipe y la defensa de la ortodoxia en las tierras rusas le aseguraron no solamente la canonización eclesiástica, sino también la fama de héroe popular. Todavía hoy, una de las más altas condecoraciones de la Federación Rusa lleva el nombre de Alejandro Nevski. En 2008 fue elegido como el personaje más importante de la historia de Rusia en un concurso de televisión llamado “El nombre de Rusia”, dejando muy atrás a grandes personajes como el poeta Alexander Púshkin o el cosmonauta Yuri Gagarin. Pero esto será mucho más tarde, siglos después. Durante su vida el gran príncipe fue reconocido por sus hazañas militares, la resistencia a la expansión sueca en las tierras rusas y varias victorias sobre la Orden Teutónica, muy poderosa en aquella época. Según los historiadores, fue él quien dio un giro en las relaciones de Rusia, pasó de Occidente a Oriente. Prefirió las relaciones de vasallaje con la Horda, que era tolerante en religión, que la unión con la iglesia Romana que quería convertir a Rusia al catolicismo. Los historiadores no se ponen de acuerdo a la hora de valorar las relaciones del príncipe con los Mongoles, pero una cosa es evidente: la santidad de Alejandro Nevski para los creyentes ortodoxos rusos es natural e indiscutible, y su papel en la historia de Rusia solo es comparable al de otros dos o tres personajes históricos.
Esta es la razón por la que en 1896, la iglesia de la misión rusa en Jerusalén fue consagrada en honor del Venerado Principe San Alejandro Nevsky, Santo Patrón del emperador Alejandro III que participó muy activamente en su construcción. aunque murió dos años antes de que la iglesia se abriera al culto. Pero nos estamos adelantando un poco. Entremos dentro y sigamos con nuestra visita.
De todas maneras, en estos terrenos decidieron construir un templo. Pero como la cercanía del terreno al Templo de Santo Sepulcro podía provocar discordia con las autoridades turcas. empezaron a construir la iglesia en secreto. Por ejemplo,en medio de la noche, las mujeres transportaron las campanas desde Jeffa hasta Jeruslaén en carros– se pueden ver hoy día en el campanario pequeño que se une al edificio, al lado de dos columnas de granito... Por fuera el edificio recordaba a las típicas casas del lejano San Petersburgo – pero su interior tenía el aspecto característico de una iglesia. Como arquitecto fue invitado Georgio Frangia, que ya había construido la Misión de San Sergio en la parte Occidental de Jerusalén y el templo de Santa María Magdalena en Gestemaní. El contratista de la construcción fue el griego Nicolás Valsamaki.
Mientras la Sociedad Imperial de Palestina estaba ocupada en la construcción, los diplomáticos rusos trataban de llegar a un acuerdo con las autoridades turcas. Por fin, en el año 1887 recibieron el firmán – y en seguida se celebró la ceremonía de la colocación de la primera piedra. En realidad, el evento fue una simple formalidad, ya que los trabajos de construcción en “las excavaciones rusas” ya se llevaba haciendo mucho tiempo. El edificio con una superficie de 1342 metros cuadrados pero todavía sin acabar fue consagrado por el jefe de la Misión Ortodoxa Rusa en Jerusalén, archimandrita Antonín (Kapustin). También estaba presente el representante de la Misión Imperial en Palestina Mijáilov y todos sus socios.
Y, por fin, cinco años después, el 22 de mayo de 1896, el Patriarca Griego ortodoxo de Jerusalén Guerasiimus I ofició la ceremonia de la consagración solemne del templo de San Alejandro Nevski. Es interesante, que en este acontecimiento estaban presentes tanto los cónsules de Rusia y Grecia, como el secretario del gobernador turco Beshar-efendi. En el pequeño museo pequeño, que está junto al edificio de la misión, se pueden ver varios objetos relacionados la construcción y la consagración del templo, y una exposición de otros objetos mucho más antiguos: preciosas cadenas, candelabros antiguos, monedas y otras muchas cosas.
Pero volvamos a la época en la que todo comenzó. Según la idea del inspirador de la construcción de la misión, el archimandrita Antonin (Kapustin), el centro de “la Casa rusa” tenía que ser el templo de San Alejandro Nevski. El centro del templo tenía que ser el Umbral de las Puertas del Juicio, a través de las cuales Jesucristo abandonó Jerusalén por última vez en su vida terrena. Se llaman Puertas de Juicio, porque cerca del Umbral los funcionarios romanos leían por última vez el veredicto y lo colocaba al cuello del convicto. La persona condenada a muerte era escoltada hasta el lugar de la ejecución rodeado por los verdugos y los guardias. Así fue con el Salvador. Hasta hace poco tiempo, el icono de Ilya Repin "Con la cruz a cuestas", dedicado a este dramático episodio colgaba en la pared del templo.
La parte conservada del Umbral de las Puertas del Juicio junto con un fragmento del antiguo pavimento de madera están dentro de una cubierta de cristal y protegido por tres lados por una reja de metal forjado. Sobre la piedra traída de Jerusalén, se eleva una cruz de madera de ciprés hecha en el Monasterio Ortodoxo de San Pandeleimonos en el Sagrado Monte Athos. La cruz parece señalar a todo el que entra donde está el lugar más sagrado. Encima del Umbral están colgadas siete lámparas, dos de las cuales – la del Zar y la de la sociedad de Palestina – no se apagan nunca. En las placas especiales de cada una de las lámparas se puede leer, quien las donó: son monasterios, eparquías, hermandades de América, Europa y Rusia.
Otras obras de arte, que están en el templo pertenecen al pintor ruso Nikolai koshelev– son 18 lienzos grandes – están dedicados al tema de la Pasión de Cristo. Cada una de estas pinturas mide dos por tres metros, el ciclo empieza con “La Agonía en el jardín de Gethsemaní” y termina con el majestuoso “Descenso a los infiernos”... Es interesanate, que los grandes pintores rusos de aquella época – Vasnetsóv, Nésterov, Gio – no pudieron encotrar la solución a esta tarea tan dificil. El único que aceptó el reto fue Kóshelev, que tenía 50 años y ya había trabajado en el templo de San Salvador en Moscú y en el templo de San Salvador de la Sangre Derramada en San Petersburgo. Decidió poner las pinturas que representaban escenas de la Pasión de Cristo en orden cronológico y una junto a otra. Al mismo tiempo uso las formas de expresión conocidas ya en la época bizantina, cuando una distancia considerable entre el cuadro y quien lo contempla ayuda a que no haya distorsiones. Es precisamente por eso por lo que los cuadros de la Pasión de Cristo se encuentran tan altos. Al levantar la mirada, la mente del observador asciende hacia cada una de las escenas representadas en estos lienzos majestuosos – ya sea la escena del prendimiento del Señor en el Valle de Cedrón, el interrogatorio de Poncio Pilato o el encuentro de las mujeres con el ángel cerca del sepulcro vacío del Salvador. Al colocar sus iconos justo debajo de la hilera de ventanas de arriba, Kóshelev combina de una manera sencilla la arquitectura del interior y las escenas de la Pasión de Cristo. A la derecha del Umbral de las Puertas del Juicio en la pared hay otro icono en un maravilloso marco de mármol rosado con franjas grises y blancas que representa al Venerable Sergio de Radonrezh. El marco con el icono y la lámpara que está siempre encendida delante de él fueron fabricados por artesanos rusos y colocados en el interior del templo a petición de la Gran Duquesa Isabel Fiódorovna después del asesinato de su esposo por el revolucionario Kaliáev. Dice la inscripción: “En memoria de su Alteza Imperial, el Gran Príncipe Sergio Aleksándrovich – fundador y presidente de la Misión Imperial Ortodoxa en Palestina. 1882-1905”. La Lámpara que está delante del marco con el icono fue prendida en Moscú, en el lugar del fallecimiento del Gran Príncipe y luego fue llevada por su esposa a Jerusalén. Desde entonces y hasta hoy día se llama la lámpara eterna de Isabel.
La Gran Duquesa Yelizaveta Fyodorovna. Nacida como Princesa Elisabeth de Hesse - Darmstadt recogió con sus propias manos el cuerpo de su esposo hecho pedazos por una bomba. Más tarde ella encontró fuerzas para encontrarse con el asesino del Gran Príncipe, hablar con él, perdonarle e incluso pedir al zar que le indultase... Hasta el fin de su vida ella continuó la obra de su esposo en Jerusalén. Murió martirizada por los bolcheviques en el año 1918, y su cuerpo fue arrojado a una mina abandonada junto con otros miembros de la familia real. Los restos de la Gran Duquesa fueron sacados de Rusia por Rusos Blancos exiliados y según su deseo, finalmente fue enterrada en Tierra Santa donde descansa en paz. La Gran Duquesa con el nombre de Sagrada Mártir Isabel Fyodorovna fue canonizada por la Iglesia en el año 1992.
Cuando se visita el interior del templo de San Alejandro Nevski, no se puede pasar de largo por el altar de piedra, que se encuentra en el centro. Según la opinión de los científicos, es una parte de uno de los pilares de la original Basílica bizantina que se llamaba Basílica de la Resurrección o Iglesia de Anastasia. Fue construida en el siglo IV por orden del emperador Constantino el Grande. El altar está cubierto de terciopelo rojo; en la actualidad en él se celebran ceremonias religiosas y se reza. Otro lugar de interés son las placas memoriales negras que se encuentran cerca del Umbral de las Puertas del Juicio. Son más de 20. En cada una de ellas con letras de oro está indicadó el nombre de uno de los benefactores y la fecha de su muerte. Algunos de estos nombres son famosos. Por ejemplo, el archimandrita Antonin (Kapustin) del que ya hemos hablado – el jefe de la Misión Rusa en Jerusalén. Era un especialista en textos bíblicos y manuscritos antiguos, que murió en el año 1984, dos años antes de la solemne consagración de la misión y de la iglesia de San Alejandro Nevski. Entre otros nombres conocidos, están el emperador Alejandro III y el famoso político ruso del siglo XIX Konstantín Petróvich Pobedonóstsev.
La parte central de un templo ortodoxo es el iconostasio, que es a donde se dirigen las miradas de los creyentes durante la misa. Este es un templón con dos líneas maravillosamente talladas al estilo bizantino. Sobre el iconostasio hay 30 iconos. Entre ellos están el icono del Cristo de Edessa, el de la Virgen María, el de los santos rusos Jonás, Pedro y Alejo, el de San Esteban Martir, el del arcángel Gabriel y los iconos que representan las grandes fiestas de la Iglesia Ortodoxa . En las Puertas Sagradas está la imagen de la Anunciación y las imágenes de los cuatro evangelistas. Encima de las Puertas está el icono de la Última Cena. Detrás del iconostasio se encuentra el altar, Cuya triple ventana está adornada con vidrieras de colores de estilo Art Nouveau ruso. Representa la Crucifixión con la Virgen Santísima y el Apostol San Juan delante del Salvador. Esto no es típico de la iglesia ortodoxa, pero en este caso la vidriera de colores no desentona en absoluto.
Volvamos atrás para ver el otro lado del altar. Aquí en la pared oeste de la iglesia hay una galería iconográfica, que consiste en 14 iconos del mismo tamaño. Todas estas imágenes fueron creadas por un gran maestro, el pintor de San Petersburgo Pásjin. Son figuras de santos de diferentes épocas y países pintados de cuerpo entero, llenos de calma interior y grandeza espiritual. Un peregrino de Rusia reconocerá enseguida a Basilio el Grande, Alejandro Nevski, María Magdalena y María de Egipto, santa Isapóstola princesa Olga y san Sergio de Rádonezh...
En las dos paredes que se conservaron, la del norte y la del sur, hay varias hileras de iconos de tres metros, colgados a la misma altura entre las ventanas. Entre los santos, pintados en este icono están Juan el Bautista y el mártir Jorge de Capadocia, Juan Damasceno, Sabas el Santificado – y, por supuesto, los santos isapóstolos el emperador Constantino y su madre, la reina Elena.
La actividad de la Misión Imperial Ortodoxa de Palestina, a la cual pertenece la misión de San Alejandro Nevski, no cesó en ningun momento. El funcionamiento de esta organización no se paró en los años más impíos. En la época de la Unión Soviética le dieron el nombre de Misión Rusa en Palestina y pertenecía a la Academia de las Ciencias. En el año 1992 que marca el comienzo de la historia moderna de Rusia, la organización recuperó su nombre histórico. En el año 2005 la misión obtuvo el registro oficial en el estado Israel y renovó su funcionamiento en Tierra Santa como una organización sin ánimo de lucro. Aunque el estilo neobarroco de los edificios de la misión permite saber exactamente la época de su construcción, finales del siglo XIX, nuestra época añadió algo. A principios del nuevo milenio, en la misión se construyó una nueva capilla (consagrada en el año 2008) dedicada a Nuestra Señora de San Teodoro. Aproximadamente en la misma época en los años 2007, 2008 – en la Misión de San Alejandro Nevski se celebró un ciclo de conferencias sobre San Sergio y Santa Isabel, un importante evento cultural y espiritual para la ortodoxia rusa en Tierra Santa. De esta manera, la actividad actual de la Misión Alexander Nevski da sentido al verso de Isaías: "Por amor de Sion no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré" en el que se basa la misión histórica de la Sociedad Imperial Ortodoxa en Palestina. Por eso, este es el lugar desde el que resuena en Tierra Santa y más allá la antigua voz de mil años de antigúedad de la ortodoxia rusa.
...La salida del templo de San Alejandro Nevski que se encuentra al lado del Umbral de las Puertas del Juicio lleva a la calle Rusa.
La Iglesia de San Alejandro Nevski.
Entrada
Entre las propiedades rusas de la Ciudad Santa hay una, que se encuentra muy cerca del Templo del Santo Sepulcro, tan sólo a unas decenas de metros. Es la Misión de San Alejandro, llamada también la Casa Rusa, porque precisamente aquí para miles de peregrinos ortodoxos de Rusia y otros países de la ex Unión Soviética empieza el camino hacia los lugares sagrados de Jerusalén y de toda la Tierra Santa.Tanto la misión en general, como la iglesia llevan el nombre del reverendo príncipe Alejandro Nevski, un personaje brillante y al mismo tiempo controvertido para la historia de Rusia. Durante diferentes etapas de su vida llevó varios títulos: fue príncipe de Kíev, de Nóvgorod, de Pereslavl-Zaleski y de Vladimir; en 1225, a la edad de 4 años, a instancias de su padre, el gran príncipe Yarosláv Vsévolodovich, pasó el ritual de la consagración militar. Precisamente el servicio militar del príncipe y la defensa de la ortodoxia en las tierras rusas le aseguraron no solamente la canonización eclesiástica, sino también la fama de héroe popular. Todavía hoy, una de las más altas condecoraciones de la Federación Rusa lleva el nombre de Alejandro Nevski. En 2008 fue elegido como el personaje más importante de la historia de Rusia en un concurso de televisión llamado “El nombre de Rusia”, dejando muy atrás a grandes personajes como el poeta Alexander Púshkin o el cosmonauta Yuri Gagarin. Pero esto será mucho más tarde, siglos después. Durante su vida el gran príncipe fue reconocido por sus hazañas militares, la resistencia a la expansión sueca en las tierras rusas y varias victorias sobre la Orden Teutónica, muy poderosa en aquella época. Según los historiadores, fue él quien dio un giro en las relaciones de Rusia, pasó de Occidente a Oriente. Prefirió las relaciones de vasallaje con la Horda, que era tolerante en religión, que la unión con la iglesia Romana que quería convertir a Rusia al catolicismo. Los historiadores no se ponen de acuerdo a la hora de valorar las relaciones del príncipe con los Mongoles, pero una cosa es evidente: la santidad de Alejandro Nevski para los creyentes ortodoxos rusos es natural e indiscutible, y su papel en la historia de Rusia solo es comparable al de otros dos o tres personajes históricos.
Esta es la razón por la que en 1896, la iglesia de la misión rusa en Jerusalén fue consagrada en honor del Venerado Principe San Alejandro Nevsky, Santo Patrón del emperador Alejandro III que participó muy activamente en su construcción. aunque murió dos años antes de que la iglesia se abriera al culto. Pero nos estamos adelantando un poco. Entremos dentro y sigamos con nuestra visita.
Arco de Adriano
Los terrenos en los que está situada la misión fue vendido por la iglesia de Etiopía al senador ruso Boris Mansurov, miembro de la poderosa Sociedad Imperial Ortodoxa de Palestina. La idea original era construir aquí un consulado, sin embargo, las excavaciones arqueológicas financiadas por el príncipe Sergey Alexander Romanov (que visitó Jerusalén como peregrino), hicieron que se reconsiderara el destino de estos terrenos. Durante las excavaciones, llevadas a cabo por los mejores arqueólogos del mundo: Eugène - Melchior, vizconde de Vogúe, Conrad Schick o Charle Wilson, se encontró un fragmento de la antigua muralla de Jerusalén de la época del rey Herodes el Grande. Hablamos nada menos que del umbral de las grandes puertas antiguas de Jerusalén ( llamadas Puertas de Juicio) y un arco de la época del emperador Adriano. Uno de los descubrimientos más notables fue el hallazgo de los restos de la basílica bizantina del siglo IV, de la época del emperador Constantino – con sus columnas y molduras, y también de una habitación espaciosa con paredes gruesas, que pertenece a la misma época. Las opiniones de los históriadores y de los arqueólogos sobre el arco encontrado no coinciden. Unos creen que formaba parte de la grandiosa basílica bizantina construida durante la época de Constantino el Grande. Otros opinan que pertenece a la época del imperio romano, cuando el emperador Adriano reconstruyó la ciudad de Jerusalén que había sido totalmente destruida por el emperador Tito Flavio. Según su opinión, el arco encontrado pertenecía al capitolio de Adriano – era una de las extensiones del gran arco, que llevaba al templo de Júpiter. En realidad, una teoría no es incompatible con la otra. El arco descubierto pudo haber sido construido por Adriano y reutilizado más tarde en la basílica.De todas maneras, en estos terrenos decidieron construir un templo. Pero como la cercanía del terreno al Templo de Santo Sepulcro podía provocar discordia con las autoridades turcas. empezaron a construir la iglesia en secreto. Por ejemplo,en medio de la noche, las mujeres transportaron las campanas desde Jeffa hasta Jeruslaén en carros– se pueden ver hoy día en el campanario pequeño que se une al edificio, al lado de dos columnas de granito... Por fuera el edificio recordaba a las típicas casas del lejano San Petersburgo – pero su interior tenía el aspecto característico de una iglesia. Como arquitecto fue invitado Georgio Frangia, que ya había construido la Misión de San Sergio en la parte Occidental de Jerusalén y el templo de Santa María Magdalena en Gestemaní. El contratista de la construcción fue el griego Nicolás Valsamaki.
Mientras la Sociedad Imperial de Palestina estaba ocupada en la construcción, los diplomáticos rusos trataban de llegar a un acuerdo con las autoridades turcas. Por fin, en el año 1887 recibieron el firmán – y en seguida se celebró la ceremonía de la colocación de la primera piedra. En realidad, el evento fue una simple formalidad, ya que los trabajos de construcción en “las excavaciones rusas” ya se llevaba haciendo mucho tiempo. El edificio con una superficie de 1342 metros cuadrados pero todavía sin acabar fue consagrado por el jefe de la Misión Ortodoxa Rusa en Jerusalén, archimandrita Antonín (Kapustin). También estaba presente el representante de la Misión Imperial en Palestina Mijáilov y todos sus socios.
Y, por fin, cinco años después, el 22 de mayo de 1896, el Patriarca Griego ortodoxo de Jerusalén Guerasiimus I ofició la ceremonia de la consagración solemne del templo de San Alejandro Nevski. Es interesante, que en este acontecimiento estaban presentes tanto los cónsules de Rusia y Grecia, como el secretario del gobernador turco Beshar-efendi. En el pequeño museo pequeño, que está junto al edificio de la misión, se pueden ver varios objetos relacionados la construcción y la consagración del templo, y una exposición de otros objetos mucho más antiguos: preciosas cadenas, candelabros antiguos, monedas y otras muchas cosas.
Puerta del Juicio
La historia de la Misión de San Alejandro está vinculada con la historia de Rusia: todos los acontecimientos trágicos de la historia del país, en el siglo XX, se reflejaban en la vida de la pequña isla que se encontraba en el corazón de Tierra Santa. Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, la misión fue saqueada por súbditos del imperio otomano con el que Rusia estaba en guerra. Durante las "décadas impías", aquí no hubo mucha vida, se mantuvo gracias a donaciones módicas... Solamente con la llegada del nuevo siglo XXI este lugar obtuvo una segunda vida. En la misión se realizaron importantes trabajos de reconstrucción, y en el techo colocaron una cruz nueva. A principios del verano del año 2006 con la presencia de los jerarcas de la Iglesia Rusa Ortodoxa y de la Iglesia Rusa Ortodoxa Extranjera se celebró la nueva consagración de la misión y de la iglesia de San Alejandro Nevski.Pero volvamos a la época en la que todo comenzó. Según la idea del inspirador de la construcción de la misión, el archimandrita Antonin (Kapustin), el centro de “la Casa rusa” tenía que ser el templo de San Alejandro Nevski. El centro del templo tenía que ser el Umbral de las Puertas del Juicio, a través de las cuales Jesucristo abandonó Jerusalén por última vez en su vida terrena. Se llaman Puertas de Juicio, porque cerca del Umbral los funcionarios romanos leían por última vez el veredicto y lo colocaba al cuello del convicto. La persona condenada a muerte era escoltada hasta el lugar de la ejecución rodeado por los verdugos y los guardias. Así fue con el Salvador. Hasta hace poco tiempo, el icono de Ilya Repin "Con la cruz a cuestas", dedicado a este dramático episodio colgaba en la pared del templo.
La parte conservada del Umbral de las Puertas del Juicio junto con un fragmento del antiguo pavimento de madera están dentro de una cubierta de cristal y protegido por tres lados por una reja de metal forjado. Sobre la piedra traída de Jerusalén, se eleva una cruz de madera de ciprés hecha en el Monasterio Ortodoxo de San Pandeleimonos en el Sagrado Monte Athos. La cruz parece señalar a todo el que entra donde está el lugar más sagrado. Encima del Umbral están colgadas siete lámparas, dos de las cuales – la del Zar y la de la sociedad de Palestina – no se apagan nunca. En las placas especiales de cada una de las lámparas se puede leer, quien las donó: son monasterios, eparquías, hermandades de América, Europa y Rusia.
Otras obras de arte, que están en el templo pertenecen al pintor ruso Nikolai koshelev– son 18 lienzos grandes – están dedicados al tema de la Pasión de Cristo. Cada una de estas pinturas mide dos por tres metros, el ciclo empieza con “La Agonía en el jardín de Gethsemaní” y termina con el majestuoso “Descenso a los infiernos”... Es interesanate, que los grandes pintores rusos de aquella época – Vasnetsóv, Nésterov, Gio – no pudieron encotrar la solución a esta tarea tan dificil. El único que aceptó el reto fue Kóshelev, que tenía 50 años y ya había trabajado en el templo de San Salvador en Moscú y en el templo de San Salvador de la Sangre Derramada en San Petersburgo. Decidió poner las pinturas que representaban escenas de la Pasión de Cristo en orden cronológico y una junto a otra. Al mismo tiempo uso las formas de expresión conocidas ya en la época bizantina, cuando una distancia considerable entre el cuadro y quien lo contempla ayuda a que no haya distorsiones. Es precisamente por eso por lo que los cuadros de la Pasión de Cristo se encuentran tan altos. Al levantar la mirada, la mente del observador asciende hacia cada una de las escenas representadas en estos lienzos majestuosos – ya sea la escena del prendimiento del Señor en el Valle de Cedrón, el interrogatorio de Poncio Pilato o el encuentro de las mujeres con el ángel cerca del sepulcro vacío del Salvador. Al colocar sus iconos justo debajo de la hilera de ventanas de arriba, Kóshelev combina de una manera sencilla la arquitectura del interior y las escenas de la Pasión de Cristo. A la derecha del Umbral de las Puertas del Juicio en la pared hay otro icono en un maravilloso marco de mármol rosado con franjas grises y blancas que representa al Venerable Sergio de Radonrezh. El marco con el icono y la lámpara que está siempre encendida delante de él fueron fabricados por artesanos rusos y colocados en el interior del templo a petición de la Gran Duquesa Isabel Fiódorovna después del asesinato de su esposo por el revolucionario Kaliáev. Dice la inscripción: “En memoria de su Alteza Imperial, el Gran Príncipe Sergio Aleksándrovich – fundador y presidente de la Misión Imperial Ortodoxa en Palestina. 1882-1905”. La Lámpara que está delante del marco con el icono fue prendida en Moscú, en el lugar del fallecimiento del Gran Príncipe y luego fue llevada por su esposa a Jerusalén. Desde entonces y hasta hoy día se llama la lámpara eterna de Isabel.
La Gran Duquesa Yelizaveta Fyodorovna. Nacida como Princesa Elisabeth de Hesse - Darmstadt recogió con sus propias manos el cuerpo de su esposo hecho pedazos por una bomba. Más tarde ella encontró fuerzas para encontrarse con el asesino del Gran Príncipe, hablar con él, perdonarle e incluso pedir al zar que le indultase... Hasta el fin de su vida ella continuó la obra de su esposo en Jerusalén. Murió martirizada por los bolcheviques en el año 1918, y su cuerpo fue arrojado a una mina abandonada junto con otros miembros de la familia real. Los restos de la Gran Duquesa fueron sacados de Rusia por Rusos Blancos exiliados y según su deseo, finalmente fue enterrada en Tierra Santa donde descansa en paz. La Gran Duquesa con el nombre de Sagrada Mártir Isabel Fyodorovna fue canonizada por la Iglesia en el año 1992.
Cuando se visita el interior del templo de San Alejandro Nevski, no se puede pasar de largo por el altar de piedra, que se encuentra en el centro. Según la opinión de los científicos, es una parte de uno de los pilares de la original Basílica bizantina que se llamaba Basílica de la Resurrección o Iglesia de Anastasia. Fue construida en el siglo IV por orden del emperador Constantino el Grande. El altar está cubierto de terciopelo rojo; en la actualidad en él se celebran ceremonias religiosas y se reza. Otro lugar de interés son las placas memoriales negras que se encuentran cerca del Umbral de las Puertas del Juicio. Son más de 20. En cada una de ellas con letras de oro está indicadó el nombre de uno de los benefactores y la fecha de su muerte. Algunos de estos nombres son famosos. Por ejemplo, el archimandrita Antonin (Kapustin) del que ya hemos hablado – el jefe de la Misión Rusa en Jerusalén. Era un especialista en textos bíblicos y manuscritos antiguos, que murió en el año 1984, dos años antes de la solemne consagración de la misión y de la iglesia de San Alejandro Nevski. Entre otros nombres conocidos, están el emperador Alejandro III y el famoso político ruso del siglo XIX Konstantín Petróvich Pobedonóstsev.
Iglesia
Continuemos la excurción por la iglesia de San Alejandro Nevski. O mejor dicho – por la sala litúrgica. En el edificio además del templo hay muchos otros espacios. Además del campanario y el museo ya mencionados, aquí también está el recibidor, que se llama del zar aunque ninguno de los zares rusos estuvo nunca aquí. También hay una biblioteca, el archivo, las habitaciones para clérigos y para empleados y los albergues para peregrinos. En el centro de la misión hay un patio cuadrado sombrío, al cual dan las ventanas de la planta baja, del primer y segundo piso del edificio. Sin embargo no visitaremos hoy estos sitios, sino que regresaremos al templo. Es bastante espacioso, mide 10 metros de alto y 22 de largo. No es poco si tenemos en cuenta que la superficie total de la misión de San Alejandro Nevski es de 1433 metros cuadrados.La parte central de un templo ortodoxo es el iconostasio, que es a donde se dirigen las miradas de los creyentes durante la misa. Este es un templón con dos líneas maravillosamente talladas al estilo bizantino. Sobre el iconostasio hay 30 iconos. Entre ellos están el icono del Cristo de Edessa, el de la Virgen María, el de los santos rusos Jonás, Pedro y Alejo, el de San Esteban Martir, el del arcángel Gabriel y los iconos que representan las grandes fiestas de la Iglesia Ortodoxa . En las Puertas Sagradas está la imagen de la Anunciación y las imágenes de los cuatro evangelistas. Encima de las Puertas está el icono de la Última Cena. Detrás del iconostasio se encuentra el altar, Cuya triple ventana está adornada con vidrieras de colores de estilo Art Nouveau ruso. Representa la Crucifixión con la Virgen Santísima y el Apostol San Juan delante del Salvador. Esto no es típico de la iglesia ortodoxa, pero en este caso la vidriera de colores no desentona en absoluto.
Volvamos atrás para ver el otro lado del altar. Aquí en la pared oeste de la iglesia hay una galería iconográfica, que consiste en 14 iconos del mismo tamaño. Todas estas imágenes fueron creadas por un gran maestro, el pintor de San Petersburgo Pásjin. Son figuras de santos de diferentes épocas y países pintados de cuerpo entero, llenos de calma interior y grandeza espiritual. Un peregrino de Rusia reconocerá enseguida a Basilio el Grande, Alejandro Nevski, María Magdalena y María de Egipto, santa Isapóstola princesa Olga y san Sergio de Rádonezh...
En las dos paredes que se conservaron, la del norte y la del sur, hay varias hileras de iconos de tres metros, colgados a la misma altura entre las ventanas. Entre los santos, pintados en este icono están Juan el Bautista y el mártir Jorge de Capadocia, Juan Damasceno, Sabas el Santificado – y, por supuesto, los santos isapóstolos el emperador Constantino y su madre, la reina Elena.
La actividad de la Misión Imperial Ortodoxa de Palestina, a la cual pertenece la misión de San Alejandro Nevski, no cesó en ningun momento. El funcionamiento de esta organización no se paró en los años más impíos. En la época de la Unión Soviética le dieron el nombre de Misión Rusa en Palestina y pertenecía a la Academia de las Ciencias. En el año 1992 que marca el comienzo de la historia moderna de Rusia, la organización recuperó su nombre histórico. En el año 2005 la misión obtuvo el registro oficial en el estado Israel y renovó su funcionamiento en Tierra Santa como una organización sin ánimo de lucro. Aunque el estilo neobarroco de los edificios de la misión permite saber exactamente la época de su construcción, finales del siglo XIX, nuestra época añadió algo. A principios del nuevo milenio, en la misión se construyó una nueva capilla (consagrada en el año 2008) dedicada a Nuestra Señora de San Teodoro. Aproximadamente en la misma época en los años 2007, 2008 – en la Misión de San Alejandro Nevski se celebró un ciclo de conferencias sobre San Sergio y Santa Isabel, un importante evento cultural y espiritual para la ortodoxia rusa en Tierra Santa. De esta manera, la actividad actual de la Misión Alexander Nevski da sentido al verso de Isaías: "Por amor de Sion no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré" en el que se basa la misión histórica de la Sociedad Imperial Ortodoxa en Palestina. Por eso, este es el lugar desde el que resuena en Tierra Santa y más allá la antigua voz de mil años de antigúedad de la ortodoxia rusa.
...La salida del templo de San Alejandro Nevski que se encuentra al lado del Umbral de las Puertas del Juicio lleva a la calle Rusa.
Envíe donación
Si está en una situación financiera difícil, encenderemos la vela gratis. Ya que ese objetivo nos envía por correo electrónico en coordinator@santosepulcro.co.il
Métodos del pago