SALMOS

SALMOS

SALMO 2

1 ¿Por qué se amotinan las naciones

y los pueblos hacen vanos proyectos?

2 Los reyes de la tierra se sublevan,

y los príncipes conspiran

contra el Señor y contra su Ungido:

3 «Rompamos sus ataduras,

librémonos de su yugo».

4 El que reina en el cielo se sonríe;

el Señor se burla de ellos.

5 Luego los increpa airadamente

y los aterra con su furor:

6 «Yo mismo establecí a mi Rey

en Sión, mi santa Montaña».

7 Voy a proclamar el decreto del Señor:

Capítulo 2

El me ha dicho: «Tú eres mi hijo,

yo te he engendrado hoy

8 Pídeme, y te daré las naciones como herencia,

y como propiedad, los confines de la tierra.

9 Los quebrarás con un cetro de hierro,

los destrozarás como a un vaso de arcilla»

10 Por eso, reyes, sean prudentes;

aprendan, gobernantes de la tierra.

11 Sirvan al Señor con temor;

12 temblando, ríndanle homenaje,

no sea que se irrite y vayan a la ruina,

porque su enojo se enciende en un instante.

¡Felices los que se refugian en él!

2 SALMO 2 1 ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? 2 Los reyes de la tierra se sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Ungido: 3 «Rompamos sus ataduras, librémonos de su yugo». 4 El que reina en el cielo se sonríe; el Señor se burla de ellos. 5 Luego los increpa airadamente y los aterra con su furor: 6 «Yo mismo establecí a mi Rey en Sión, mi santa Montaña». 7 Voy a proclamar el decreto del Señor: El me ha dicho: «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy 8 Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra. 9 Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla» 10 Por eso, reyes, sean prudentes; aprendan, gobernantes de la tierra. 11 Sirvan al Señor con temor; 12 temblando, ríndanle homenaje, no sea que se irrite y vayan a la ruina, porque su enojo se enciende en un instante. ¡Felices los que se refugian en él!