Año: C(I). Semana del salmo: 2. Color litúrgico: Verde.
Otros santos: San Chad ( - 672)
Inglaterra
Se educó en Lindisfarne con Aidan. Se convirtió en abad de Lastingham y fue elegido obispo de Northumbria, pero san Wilfrido impugnó su nombramiento, y Chad se retiró obedientemente. Entonces fue enviado como obispo a Mercia, donde fundó la sede de Lichfield. Su ministerio allí fue muy breve (murió en Lichfield el 2 de marzo de 672), pero enseguida fue venerado como santo por la santidad de su vida, su destacada humildad y su dedicación a la predicación del Evangelio.
Otros santos: San Cedro (- 664)
Inglaterra
Al igual que su hermano Chad, fue educado en Lindisfarne bajo la dirección de Aidan. Fundó muchos monasterios y fue enviado como obispo a evangelizar a los sajones orientales. Estableció su sede en Bradwell, Essex. Murió en su monasterio de Lastingham, en Yorkshire, el 26 de octubre de 664, a causa de la peste.
Sobre el autor de la Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy:
Segunda Lectura: El papa san Clemente I
Clemente fue obispo de Roma después de Pedro, Lino y Cleto. Vivió hacia finales del siglo I, pero no se sabe nada con certeza sobre su vida. Se conserva la carta de Clemente a la iglesia de Corinto. Es el primer documento patrístico conocido, y les exhorta a la paz y a la concordia fraterna.
Color litúrgico: verde
La virtud teologal de la esperanza está simbolizada por el color verde, así como el fuego ardiente del amor está simbolizado por el rojo. El verde es el color de las cosas que crecen, y la esperanza, como ellas, es siempre nueva y siempre fresca. Litúrgicamente, el verde es el color del Tiempo Ordinario, la secuencia ordenada de semanas a lo largo del año, una estación en la que no somos ni penitentes (de púrpura) ni alegres (de blanco).
El verde es el color de la esperanza.
Lectura de media mañana |
Romanos 5:1-2,5 |
Por medio de nuestro Señor Jesucristo, por la fe somos juzgados justos y estamos en paz con Dios, ya que por la fe y por medio de Jesús hemos entrado en este estado de gracia en el que podemos jactarnos de esperar la gloria de Dios. Esta esperanza no es engañosa, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
|
Lectura de mediodía |
Romanos 8:26 |
El Espíritu viene a ayudarnos en nuestra debilidad. Porque cuando no podemos elegir las palabras para orar adecuadamente, el Espíritu mismo expresa nuestra súplica de una manera que nunca podría ponerse en palabras.
|
Lectura de la tarde |
2 Corintios 1:21-22 |
Recuerda que es Dios mismo quien nos asegura a todos, y a ti, nuestra posición en Cristo, y nos ha ungido, marcándonos con su sello y dándonos la prenda, el Espíritu, que llevamos en el corazón.
|