Catholic Calendar 24 Junio 2025

Martes
Año: C(I). Semana del salmo: 4. Color litúrgico: Blanco.

Año: C(I). Semana del salmo: 4. Color litúrgico: Blanco.

San Juan Bautista

San Juan Bautista tiene dos fiestas para él solo. Una, en agosto, celebra su muerte, y otra, en junio, celebra su nacimiento. Y así debe ser, pues como dijo el propio Cristo, Juan fue el más grande de los hijos de los hombres.
  El más grande, pero también el más trágico. Profeta desde antes de nacer, saltando en el seno materno para anunciar la venida del Dios encarnado, su tarea consistía en proclamar el cumplimiento de todas las profecías – y, por tanto, su propia obsolescencia. Y lo hizo: con una valentía sin igual difundió la noticia de que él, el más grande de todos los hombres, era el más pequeño en el reino de los cielos. Sus discípulos, y el diablo, habrían preferido que luchara, que construyera su secta, que derrotara a ese advenedizo al que él mismo había bautizado, que ocupara su lugar en la historia. Pero no lo hizo – y así, con razón, tiene su lugar, y tiene gloria en el cielo.
  Envidiamos a los grandes y a los talentosos, y a veces pensamos que ellos mismos están más allá de la envidia. Pero cuando se encuentren con alguien con mayores dones, como algún día sucederá con la mayoría de ellos, verán por primera vez lo que significa sentirse como nosotros. Recemos para que, al igual que Juan el Bautista, superen esa prueba.

Sobre el autor de la Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy:

Segunda Lectura: San Agustín de Hipona (354 - 430)

Agustín nació en Thagaste, en África, de una familia bereber. Fue educado cristianamente, pero abandonó pronto la Iglesia y pasó mucho tiempo buscando seriamente la verdad, primero en la herejía maniquea, que abandonó al ver lo disparatada que era, y luego en el neoplatonismo, hasta que al final, gracias a las oraciones de su madre y a las enseñanzas de san Ambrosio de Milán, se convirtió de nuevo al cristianismo y fue bautizado en 387, poco antes de la muerte de su madre.
Agustín de Hipona.
  Agustín tuvo una brillante carrera jurídica y académica, pero tras su conversión regresó a su hogar en África y llevó una vida ascética. Fue elegido obispo de Hipona y pasó 34 años cuidando de su rebaño, enseñándoles, fortaleciéndoles en la fe y protegiéndoles enérgicamente contra los errores de la época. Escribió muchísimo y dejó una huella permanente tanto en la filosofía como en la teología. Sus Confesiones, tan deslumbrantes en su estilo como profundas en su contenido, son un hito de la literatura universal. Las segundas lecturas del Oficio de Lecturas contienen extractos de muchos de sus sermones y comentarios y también de las Confesiones.

Color litúrgico: blanco

El blanco es el color del cielo. Litúrgicamente, se utiliza para celebrar las fiestas del Señor; Navidad y Pascua, las grandes estaciones del Señor; y los santos. No es que siempre se vea el blanco en la iglesia, porque si hay algo más espléndido, como el oro, se puede y se debe utilizar en su lugar. Al fin y al cabo, estamos de celebración.
  En los primeros siglos todos los ornamentos eran blancos – el blanco de la pureza bautismal y de las túnicas que llevaban los ejércitos de los redimidos en el Apocalipsis, lavados de blanco en la sangre del Cordero. A medida que la Iglesia fue adquiriendo seguridad suficiente para poder planificar su liturgia, comenzó a utilizar el color para que nuestro sentido de la vista pudiera profundizar nuestra experiencia de los misterios de la salvación, del mismo modo que el incienso recluta nuestro sentido del olfato y la música el del oído. A lo largo de los siglos se elaboraron diversos esquemas de color para las fiestas y las estaciones, y sólo en el siglo XIX se armonizaron en su forma actual.
Lectura de media mañana Isaías 49:1
Islas, escuchadme, prestad atención, pueblos remotos. El Señor me llamó antes de nacer, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre.

Lectura de mediodía (Isaías 49:5-6)
Habla el Señor, el Señor que me formó en el seno materno para ser su siervo: 'Haré de ti la luz de las naciones para que mi salvación llegue hasta los confines de la tierra.'

Lectura de la tarde Isaías 49:7
Los reyes se pondrán de pie cuando te vean, y los príncipes se inclinarán, por amor del Señor que ha sido fiel, el Santo de Israel que te ha elegido.