Año: C(I). Semana del salmo: 2. Color litúrgico: Verde.
Año: C(I). Semana del salmo: 2. Color litúrgico: Verde.
San Vicente (- 304)
Nació en Huesca y llegó a ser diácono de la iglesia de Zaragoza. Fue torturado hasta la muerte en Valencia, en la persecución de Diocleciano. Tras su muerte, su culto se extendió rápidamente por el Imperio Romano. Véase el artículo en Wikipedia.
Santa Marianne Cope (1838 - 1918)
Maria Anna Barbara Koob nació en Heppenheim, en el Gran Ducado de Hesse, hoy Alemania, el 23 de enero de 1838. Su familia emigró al año siguiente a Utica, en el estado de Nueva York. El apellido de la familia’ se anglicizó a Cope.
En 1862 ingresó en las Hermanas de San Francisco en Siracusa, Nueva York, tras haber pospuesto su ingreso nueve años para trabajar y mantener a su familia. Participó en la fundación de varias escuelas y hospitales para inmigrantes. En 1883 dirigió a un grupo de hermanas a las islas hawaianas para atender a los pobres, especialmente a los enfermos de lepra. En 1888 fue a Kalaupapa, Moloka‘i, donde estableció un hogar para niñas con lepra. Tras la muerte de San Damián de Veuster, también se hizo cargo del hogar que él construyó para niños. Murió el 9 de agosto de 1918. Fue beatificada por el Papa Benedicto XVI el 16 de mayo de 2005 y canonizada por él el 21 de octubre de 2012.
Otros santos: Beato Enrique Suso OP ( - 1366)
23 Ene (donde se celebra)
Fraile y sacerdote dominico.
El Beato Enrique Suso nació en Constanza-Suabia, Alemania, hacia finales del siglo XIII y está asociado con Meister Eckhart y Juan Tauler en la escuela de espiritualidad dominicana conocida como los “Místicos Renanos.” Persiguió la Sabiduría Divina y manifestó un gran amor por la Pasión del Señor. En sus escritos enseñaba el desapego de toda realidad sensible y la unión con Dios a través de la contemplación de las perfecciones y sufrimientos de Cristo. Murió en Ulm el 25 de enero de 1366.
Sobre el autor de la Segunda Lectura en el Oficio de hoy de Lecturas:
Segunda Lectura: San Fulgencio de Ruspe (462/7 - 527/ 533)
Fulgencio fue obispo de la ciudad de Ruspe, en la provincia romana de África, que se encuentra en la actual Túnez. En aquella época, África y parte de Oriente Próximo estaban gobernadas por los vándalos, que eran arrianos y se autodenominaban cristianos, pero negaban la divinidad de Cristo. Como consecuencia, los primeros años de la carrera de Fulgencio estuvieron marcados por una serie de huidas de la persecución, ya que los católicos intentaban mantener su fe bajo el dominio vándalo. Fue una época complicada. En 499 fue torturado por decir que Jesús era Dios y hombre a la vez; al año siguiente, el rey vándalo Trasamundo, impresionado por su talento, le invitó a regresar del exilio y convertirse en obispo (Fulgencio declinó la invitación, pues sabía que Trasamundo había ordenado que sólo los arrianos fueran obispos); dos años más tarde le convencieron para que fuera obispo de Ruspe, en Túnez, pero poco después fue desterrado a Cerdeña. Rasamundo le invitó a volver en 515 para debatir contra los arrianos, pero le exilió de nuevo en 520.
En 523, tras la muerte de Trasamundo y la ascensión de su hijo católico Hilderico, se permitió a Fulgencio regresar a Ruspe e intentar convertir a la población de nuevo a la fe. Trabajó para reformar muchos de los abusos que se habían infiltrado en su antigua diócesis durante su ausencia. El poder y la eficacia de su predicación eran tan profundos que su arzobispo, Bonifacio de Cartago, lloraba abiertamente cada vez que oía predicar a Fulgencio, y daba gracias públicamente a Dios por haber dado tal predicador a su iglesia.
Color litúrgico: verde
La virtud teologal de la esperanza está simbolizada por el color verde, al igual que el fuego ardiente del amor está simbolizado por el rojo. El verde es el color de las cosas que crecen, y la esperanza, como ellas, es siempre nueva y siempre fresca. Litúrgicamente, el verde es el color del Tiempo Ordinario, la secuencia ordenada de semanas a lo largo del año, una estación en la que no somos ni penitentes (de púrpura) ni alegres (de blanco).
El verde es el color de la esperanza.
Lectura de media mañana
Gálatas 5:13-14
Hermanos míos, fuisteis llamados, como sabéis, a la libertad; pero tened cuidado, o esta libertad dará pie a la autocomplacencia. Servíos más bien los unos a los otros con obras de amor, ya que toda la Ley se resume en un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Lectura de mediodía
Gálatas 5:16-17
Permíteme decirlo así: si eres guiado por el Espíritu no correrás ningún peligro de ceder a la autocomplacencia, ya que la autocomplacencia es lo contrario del Espíritu, el Espíritu está totalmente en contra de tal cosa, y es precisamente porque los dos son tan opuestos por lo que no siempre llevas a cabo tus buenas intenciones.
Lectura de la tarde
Gálatas 5:22,23,25
Lo que trae el Espíritu es muy diferente: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, confianza, mansedumbre y autocontrol. Puesto que el Espíritu es nuestra vida, dejémonos dirigir por el Espíritu.