Año: C(I). Semana del salmo: 1. Color litúrgico: Verde.
Memorias de la Santísima Virgen María los sábados
‘Los sábados del tiempo ordinario en que no hay memoria obligatoria, se permite una memoria facultativa de la Santísima Virgen María.
‘Entre los días dedicados a la Virgen María destacan los sábados. Se designan como conmemoraciones de la Santísima Virgen María. Esta conmemoración se remonta a la época carolingia (siglo IX), pero se desconocen las razones por las que se eligió el sábado para su celebración. Aunque se han dado muchas explicaciones a esta elección, ninguna es completamente satisfactoria desde el punto de vista de la historia de la piedad popular.
‘Cualesquiera que sean sus orígenes históricos, hoy la conmemoración subraya con razón ciertos valores a los que la espiritualidad contemporánea es más sensible. Es un recuerdo del ejemplo materno y del discipulado de la Santísima Virgen María que, fortalecida por la fe y la esperanza, en aquel “gran sábado” en que Nuestro Señor yacía en el sepulcro, fue la única de los discípulos que veló en espera de la resurrección del Señor’. Es un preludio e introducción a la celebración del domingo, memorial semanal de la Resurrección de Cristo. Es un signo de que la Virgen María está continuamente presente y operante en la vida de la Iglesia.’
Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (2001), §188
Otros santos: Nuestra Señora de Arabia
Arabia meridional
El reciente título ‘Nuestra Señora de Arabia’ concedido a la Virgen representa el patronazgo de la Santísima Virgen sobre la península arábiga. La devoción a la Virgen bajo este título comenzó en el siglo XX con la dedicación de una capilla por los padres carmelitas en honor de Nuestra Señora de Arabia. En el espacio de un año, la capilla fue pronto enriquecida con las mismas indulgencias que la Basílica Papal de Santa María la Mayor, y la imagen – modelada según la de Nuestra Señora del Monte Carmelo y bendecida solemnemente por Pío XII – fue instalada en ella. En 1957, la Santísima Virgen bajo esta advocación fue declarada patrona principal del Vicariato Apostólico de Kuwait, y la estatua coronada solemnemente el 25 de marzo de 1960. El siglo XXI vio un renovado esfuerzo en favor de la devoción a la Santísima Virgen en el recién constituido Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, como emblema del carácter misionero de la Iglesia en el Golfo. La Santísima Virgen María, bajo este título, fue declarada patrona principal de la región en 2013 por la Congregación del Culto Divino, y las misas propias al Vicariato Apostólico de Arabia Meridional en 2014.
Aunque el título es relativamente reciente, la Santísima Virgen no es una extraña en la región. Al contrario, sus alabanzas se mencionan incluso entre los musulmanes en el Corán, que la considera “elegida sobre todas las mujeres” (Sura Al-Imran, 42). La historia atestigua una floreciente devoción en honor de la Virgen María en el sur de la península arábiga antes de la llegada del Islam, como demuestran las iglesias dedicadas en su honor.
La veneración mostrada históricamente hacia la Santísima Virgen por los habitantes nativos de la región ha revivido y aumentado en la época moderna con la llegada de emigrantes de todos los rincones del planeta, cumpliendo la promesa divina pronunciada en el Espíritu por la propia Santísima Virgen: “Todas las generaciones me llamarán bienaventurada” (Lc 1:48). Confiados en su poderosa intercesión, alaban al Señor que “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”. La Madre de Dios brilla como un faro de esperanza para los fieles cristianos, iluminando la providencia y la fidelidad de Dios a quienes confían en Él en medio de las angustias de la vida. Tanto en su viaje a la región montañosa de Judá con el niño en su seno, como en su huida con Cristo niño de la persecución de Herodes, la Santísima Virgen sirve de ejemplo a los fieles emigrantes, sostenidos por su fe en Cristo Señor. Para la Iglesia misionera en Arabia, la Madre de Dios revela una vida estrechamente asociada a su Hijo, y perpetuamente orientada hacia Él.
Para a su Madre y Reina, por tanto, en este día, los cristianos de Gulf se dirigen con filial confianza, para que Ella “cuya radiante mirada destierra tempestades y tormentas y devuelve cielos despejados (pueda) mirar a estos sus inocentes y atormentados hijos con ojos de misericordia; que la Virgen, que es capaz de someter la violencia bajo su pie, les conceda gozar pronto de la legítima libertad de practicar abiertamente su religión, para que, al mismo tiempo que sirven a la causa del Evangelio, contribuyan también a la fuerza y al progreso de las naciones con su armoniosa cooperación, con la práctica de virtudes extraordinarias que son un ejemplo resplandeciente en medio de amargas pruebas” (Pío XII, Ad Caeli Reginam, 50).
Otros santos: Santa Margarita de Hungría OP (1242 - 1270)
18 Ene (donde se celebra)
Monja y Virgen dominica.
Margarita nació en 1242, hija de Bela IV, rey de Hungría, y de María Lascaris, hija del emperador de Constantinopla. Antes de nacer, sus padres habían jurado consagrar a su hija a Dios si Hungría salía victoriosa de la invasión tártara. Sus plegarias fueron escuchadas y, con casi cuatro años, Margarita ingresó en el monasterio dominico de Veszprim. A los doce años se trasladó a un nuevo monasterio construido por su padre cerca de Buda y allí profesó en manos de Humberto de Romans. Margarita vivió una vida totalmente dedicada a Cristo crucificado e inspiró a sus hermanas por su ascetismo, sus obras de misericordia, su búsqueda de la paz y su humilde servicio. Tuvo un amor especial por la Eucaristía y la Pasión de Cristo y mostró una devoción especial al Espíritu Santo y a Nuestra Señora. Murió el 18 de enero de 1270.
Sobre la autora de la Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy:
Segunda Lectura: El papa san Clemente I
Clemente fue obispo de Roma después de Pedro, Lino y Cleto. Vivió hacia finales del siglo I, pero no se sabe nada con certeza sobre su vida. Se conserva la carta de Clemente a la iglesia de Corinto. Es el primer documento patrístico conocido, y les exhorta a la paz y a la concordia fraterna.
Color litúrgico: verde
La virtud teologal de la esperanza está simbolizada por el color verde, del mismo modo que el fuego ardiente del amor está simbolizado por el rojo. El verde es el color de las cosas que crecen, y la esperanza, como ellas, es siempre nueva y siempre fresca. Litúrgicamente, el verde es el color del Tiempo Ordinario, la secuencia ordenada de semanas a lo largo del año, una estación en la que no somos ni penitentes (de púrpura) ni alegres (de blanco).
| Lectura de media mañana |
1 Reyes 8:60-61 |
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Que todos los pueblos de la tierra lleguen a saber que el Señor es Dios de verdad, y que no hay otro. Que vuestros corazones estén enteramente con el Señor nuestro Dios, siguiendo sus leyes y guardando sus mandamientos como en el día de hoy.
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| Lectura de mediodía |
Jeremías 17:9-10 |
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El corazón es más astuto que cualquier otra cosa, perverso también: ¿quién puede perforar sus secretos? Yo, el Señor, escudriño hasta el corazón, sondeo los lomos, para dar a cada uno lo que su conducta y sus acciones merecen.
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| Lectura de la tarde |
Sabiduría 7:27,8:1 |
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Aunque está sola, la Sabiduría puede lograrlo todo. Ella despliega su fuerza de un extremo a otro de la tierra, ordenando todas las cosas para el bien.
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