Catholic Calendar 17 Octubre 2025

Viernes
Año: C(I). Semana del salmo: 4. Color litúrgico: Rojo.

Año: C(I). Semana del salmo: 4. Color litúrgico: Rojo.

San Ignacio de Antioquía (- 107)

Fue el tercer obispo de Antioquía, el primero fue San Pedro hasta que se trasladó a Roma, y el segundo Evodio. Fue arrestado (algunos autores creen que debió ser denunciado por un compañero cristiano), condenado a muerte y transportado a Roma para ser arrojado a las fieras en la arena. En una de sus cartas describe a los soldados que le escoltaban como “diez leopardos, que cuando se les trata con amabilidad sólo se comportan peor.”
  En el transcurso de su viaje escribió siete cartas a diversas iglesias, en las que trataba sabia y profundamente de Cristo, de la organización de la Iglesia y de la vida cristiana. Son documentos importantes para la historia primitiva de la Iglesia, y también revelan a un hombre profundamente santo que acepta su destino y ruega a los cristianos de Roma que no intenten privarle de la corona del martirio.
  Fue martirizado en el año 107 y su fiesta ya se celebraba en este día en la Antioquía del siglo IV.
  Véanse los artículos en Wikipedia y la Enciclopedia Católica.

Color litúrgico: rojo

El rojo es el color del fuego y de la sangre. Litúrgicamente, se utiliza para celebrar el fuego del Espíritu Santo (por ejemplo, en Pentecostés) y la sangre de los mártires.

Lectura de media mañana Romanos 12:17,19-20,21
Nunca pagues mal con mal. Como dice la escritura: Mía es la venganza - Yo les pagaré, dice el Señor. Pero hay más: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, y si tiene sed, dale de beber. Resiste al mal y véncelo con el bien.

Lectura de mediodía 1 Juan 3:16
Esto nos ha enseñado el amor: que dio su vida por nosotros; y nosotros, también deberíamos dar la vida por nuestros hermanos.

Lectura de la tarde 1 Juan 4:9-11
El amor de Dios por nosotros se manifestó cuando Dios envió al mundo a su Hijo único para que tuviéramos vida por medio de él; a este amor me refiero: no a nuestro amor por Dios, sino al amor de Dios por nosotros cuando envió a su Hijo para ser el sacrificio que quita nuestros pecados. Queridos míos, puesto que Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.