Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Blanco.
Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Blanco.
Fiesta de la Asunción
La conmemoración de la muerte de la Santísima Virgen María (la Dormición, o dormición, como se conocía en Oriente) se conoce como la Asunción por la tradición de que su cuerpo no se descompuso sino que fue elevada, en cuerpo y alma, al cielo. Esta tradición ya estaba presente en el siglo VI; a principios del siglo XX estaba muy extendida (para más detalles, véase este artículo de la Enciclopedia Católica); y tras consultar las opiniones de los obispos de todo el mundo, el Papa declaró formal e infaliblemente que la doctrina de la Asunción forma parte de la auténtica y antigua doctrina de la Iglesia universal.
Color litúrgico: blanco
El blanco es el color del cielo. Litúrgicamente, se utiliza para celebrar las fiestas del Señor; Navidad y Pascua, las grandes estaciones del Señor; y los santos. No es que siempre se vea el blanco en la iglesia, porque si hay algo más espléndido, como el oro, se puede y se debe utilizar en su lugar. Al fin y al cabo, estamos de celebración.
En los primeros siglos todos los ornamentos eran blancos – el blanco de la pureza bautismal y de las túnicas que llevaban los ejércitos de los redimidos en el Apocalipsis, lavados de blanco en la sangre del Cordero. A medida que la Iglesia fue adquiriendo seguridad suficiente para poder planificar su liturgia, comenzó a utilizar el color para que nuestro sentido de la vista pudiera profundizar en nuestra experiencia de los misterios de la salvación, del mismo modo que el incienso recluta nuestro sentido del olfato y la música el del oído. A lo largo de los siglos se elaboraron diversos esquemas de color para las fiestas y las estaciones, y sólo en el siglo XIX se armonizaron en su forma actual.
Lectura de media mañana
Judit 13:17-18
Vencido por la emoción, todo el pueblo cayó de rodillas y adoró a Dios, exclamando como un solo hombre: '¡Bendito seas, Dios nuestro, por haber confundido hoy a los enemigos de tu pueblo!'. Uzías dijo entonces a Judit: 'Que seas bendecida, hija mía, por Dios Altísimo, más que todas las mujeres de la tierra.'
Lectura de mediodía
Apocalipsis 12:1
Entonces apareció una gran señal en el cielo: una mujer, adornada con el sol, de pie sobre la luna, y con las doce estrellas en su cabeza por corona.
Lectura de la tarde
2 Corintios 5:1
Sabemos que cuando se pliegue la tienda en que vivimos en la tierra, habrá para nosotros una casa construida por Dios, un hogar eterno no hecho por manos humanas, en los cielos.