Año: C(I). Semana del salmo: 4. Color litúrgico: Rojo.
San Matías, Apóstol
No era uno de los Doce; pero tras la traición y muerte de Judas Iscariote, se necesitaba a alguien que ocupara su lugar. Se eligieron dos candidatos y se echó a suertes cuál de ellos sería uno de los Doce: la elección recayó en Matías. No se sabe nada con certeza sobre su historia posterior.
Echar a suertes la selección de un candidato para un cargo nos suena extraño, pero era una costumbre judía reconocida: por ejemplo, el sacerdote que debía entrar en el santuario del Templo y quemar allí el incienso no era elegido por algún turno, sino por sorteo. Los acontecimientos aleatorios, independientes de cualquier causa natural o humana obvia, se consideraban una expresión directa de la voluntad de Dios. El sorteo no era un sustituto de la decisión humana – los seres humanos habían elegido a Matías como candidato, los seres humanos decidían qué sacerdotes eran elegibles en qué días – sino una forma de poner la elección final en manos de Dios.
Cuando alcanzamos algún cargo alto o de responsabilidad, podemos sentirnos tentados a felicitarnos por ser el mejor candidato para el puesto. Haríamos bien en recordar que hemos llegado allí gracias a las personas que hemos conocido y a las cosas que nos hemos encontrado haciendo y, lo que es más fundamental, gracias a los dones y talentos que Dios nos ha dado. Estas cosas son esencialmente aleatorias: como Matías, hemos sido elegidos por sorteo.
Sobre el autor de la Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy:
Segunda Lectura: San Juan Crisóstomo (349 - 407)
Juan nació en Antioquía. Tras una esmerada educación, se dedicó a la vida ascética. Fue ordenado sacerdote y se convirtió en un predicador fecundo y eficaz.
Fue elegido Patriarca de Constantinopla en 397, y se mostró enérgico en la reforma de las costumbres tanto del clero como de los laicos. Se ganó el disgusto del Emperador y de tuvo que exiliarse dos veces. Cuando el segundo exilio, a Armenia, había durado tres años, se decidió que debía ser enviado aún más lejos, pero murió en el viaje, agotado por sus penurias.
Sus sermones y escritos hicieron mucho por explicar la fe católica y animar a vivir la vida cristiana.
Sus sermones y escritos contribuyeron en gran medida a explicar la fe católica y a animar a vivir la vida cristiana: su elocuencia le valió el apellido de “Cristóstomo” (en griego, “boca de oro”).
Color litúrgico: rojo
El rojo es el color del fuego y de la sangre. Litúrgicamente, se utiliza para celebrar el fuego del Espíritu Santo (por ejemplo, en Pentecostés) y la sangre de los mártires.
Lectura de media mañana |
2 Corintios 5:19-20 |
Dios nos ha confiado la noticia de la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo; es como si Dios apelara a través de nosotros, y la apelación que hacemos en nombre de Cristo es: reconciliaos con Dios.
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Lectura de mediodía |
Hechos 5:12,14 |
Muchas señales y prodigios se obraban entre la gente por mano de los apóstoles y el número de hombres y mujeres que llegaban a creer en el Señor aumentaba sin cesar.
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Lectura de la tarde |
Hechos 5:41-42 |
Los apóstoles salieron de la presencia del Sanedrín contentos de haber tenido el honor de sufrir humillaciones por causa del nombre. Predicaban todos los días, tanto en el Templo como en casas particulares, y su proclamación de la Buena Nueva de Cristo Jesús nunca se interrumpía.
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