Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Verde.
Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Verde.
En otros años: San Enrique (973 - 1024)
Nació en Baviera en 973 y sucedió en el ducado a los 22 años. Se convirtió en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1014. Destacó por su apoyo a la reforma de la Iglesia y por fomentar su actividad misionera. Creó numerosos obispados y fundó, junto con su esposa Cunegunda, numerosos monasterios. Murió en 1024 y fue canonizado por el papa Eugenio III en 1146.
Juana Fernández Solar nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900. Sus padres Miguel Fernández y Lucia Solar la educaron en la fe cristiana junto a sus tres hermanos y dos hermanas. Creció rodeada de toda su familia. Juana se educó en el colegio de monjas francesas del Sagrado Corazón. A los catorce años se convenció firmemente de que Dios la llamaba a la vida religiosa.
El deseo de Juana’ se hizo realidad el 7 de mayo de 1919, cuando ingresó a un pequeño monasterio de monjas carmelitas descalzas en la comuna de Los Andes, a unos 90 kilómetros de Santiago, su ciudad natal. El 14 de octubre Juana vistió el hábito carmelita e inició su noviciado con el nombre religioso de Teresa de Jesús. Expresa su fervor por la misión de dar a conocer a Dios y hacerlo amar. A principios del año siguiente, Sor Teresa contrajo el tifus y se enfrentó tanto a luchas interiores como a sufrimientos físicos. El 7 de abril, ante el peligro de muerte, hizo su profesión religiosa y poco después, en la tarde del 12 de abril de 1920, entró en el abrazo amoroso del Dios que deseaba. La vida de Juana’ en la tierra fue corta, pero como aquellas carmelitas que se llamaron Teresa antes que ella, descubrió la sencillez de la fe en vivir, creer y amar.
MT
Sobre el autor de la Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy:
Segunda lectura: San Ambrosio de Milán (340? - 397)
Ambrosio nació en Tréveris (hoy en Alemania) entre 337 y 340, en el seno de una familia romana: su padre era prefecto pretoriano de la Galia. Ambrosio fue educado en Roma y se embarcó en el cursus honorum estándar de los abogados y administradores romanos, en Sirmium, la capital de Iliria. Hacia 372 fue nombrado prefecto de Liguria y Emilia, cuya capital era Milán.
En 374 el obispado de Milán quedó vacante y cuando Ambrosio intentó apaciguar el conflicto entre católicos y arrianos por el nombramiento de un nuevo obispo, el pueblo se volvió contra él y le exigió que se convirtiera él mismo en obispo. Era laico y aún no estaba bautizado (en aquella época era habitual retrasar el bautismo y permanecer años como catecúmenos), pero eso no era una defensa. Coaccionado por el pueblo y por el emperador, fue bautizado, ordenado e instalado como obispo en el plazo de una semana, el 7 de diciembre de 374.
Inmediatamente donó su dinero a los pobres y sus tierras a la Iglesia y se puso a aprender teología. Tenía la ventaja de saber griego, cosa que poca gente hacía en aquella época, y así pudo leer a los teólogos y filósofos orientales, así como a los occidentales.
Era asiduo en el desempeño de su cargo, actuando con caridad hacia todos: un verdadero pastor y maestro de fieles. No le impresionaba el estatus y cuando el emperador Teodosio ordenó la masacre de 7.000 personas en Tesalónica, Ambrosio le obligó a hacer penitencia pública. Defendió los derechos de la Iglesia y atacó la herejía arriana con erudición, firmeza y dulzura. También escribió una serie de himnos que aún se utilizan hoy en día.
Ambrosio fue una figura clave en la conversión de san Agustín al catolicismo, impresionando a Agustín (hasta entonces poco impresionado por los católicos que había conocido) por su inteligencia y erudición. Murió el Sábado Santo, el 4 de abril de 397.
Color litúrgico: verde
La virtud teologal de la esperanza está simbolizada por el color verde, al igual que el fuego ardiente del amor está simbolizado por el rojo. El verde es el color de las cosas que crecen, y la esperanza, como ellas, es siempre nueva y siempre fresca. Litúrgicamente, el verde es el color del Tiempo Ordinario, la secuencia ordenada de semanas a lo largo del año, una estación en la que no somos ni puritanos (de púrpura) ni alegres (de blanco).
El verde es el color de la Semana Santa.
Lectura de media mañana
Romanos 8:15-16
El espíritu que habéis recibido no es el espíritu de los esclavos que trae de nuevo el miedo a vuestras vidas; es el espíritu de los hijos, y nos hace gritar: "¡Abba, Padre!". El Espíritu mismo y nuestro espíritu dan testimonio unidos de que somos hijos de Dios.
Lectura de mediodía
Romanos 8:22-23
Desde el principio hasta ahora, la creación entera, como sabemos, ha estado gimiendo en un gran acto de dar a luz; y no sólo la creación, sino todos nosotros que poseemos las primicias del Espíritu, también gemimos interiormente mientras esperamos que nuestros cuerpos sean liberados.
Lectura de la tarde
2 Timoteo 1:9
Dios nos ha salvado y llamado a ser santos, no por algo que nosotros mismos hayamos hecho, sino por su propio propósito y por su propia gracia. Esta gracia ya nos había sido concedida, en Cristo Jesús, antes del principio de los tiempos.