Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Verde.
Sobre el autor de la Segunda Lectura en el Oficio de Lecturas de hoy:
Segunda Lectura: San Ignacio de Antioquía (- 107)
Fue el segundo obispo de Antioquía después de san Pedro (el primero fue Evodio). Fue arrestado (algunos autores creen que debió ser denunciado por un compañero cristiano), condenado a muerte y transportado a Roma para ser arrojado a las fieras en la arena. En una de sus cartas describe a los soldados que le escoltaban como “diez leopardos, que cuando se les trata con amabilidad sólo se comportan peor.”
En el transcurso de su viaje escribió siete cartas a diversas iglesias, en las que trataba sabia y profundamente de Cristo, de la organización de la Iglesia y de la vida cristiana. Son documentos importantes para la historia primitiva de la Iglesia, y también revelan a un hombre profundamente santo que acepta su destino y ruega a los cristianos de Roma que no intenten privarle de la corona del martirio.
Fue martirizado en 107.
Color litúrgico: verde
La virtud teologal de la esperanza está simbolizada por el color verde, al igual que el fuego ardiente del amor está simbolizado por el rojo. El verde es el color de las cosas que crecen, y la esperanza, como ellas, es siempre nueva y siempre fresca. Litúrgicamente, el verde es el color del Tiempo Ordinario, la secuencia ordenada de semanas a lo largo del año, una estación en la que no somos ni penitentes (de púrpura) ni alegres (de blanco).
El verde es el color de la esperanza.
Lectura de media mañana |
1 Corintios 13:4-7 |
El amor es siempre paciente y bondadoso; nunca es celoso; el amor nunca es jactancioso ni engreído; nunca es grosero ni egoísta; no se ofende ni es rencoroso. El amor no se complace en los pecados ajenos, sino que se deleita en la verdad; siempre está dispuesto a disculpar, a confiar, a esperar y a soportar lo que venga.
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Lectura de mediodía |
1 Corintios 13:8-9,13 |
El amor no tiene fin. Pero si hay dones de profecía, llegará el tiempo en que deberán faltar; o el don de lenguas, no continuará para siempre; y el conocimiento - pues también esto, llegará el tiempo en que deberá faltar. Porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestra profecía es imperfecta. En resumen, hay tres cosas que perduran: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de ellas es el amor.
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Lectura de la tarde |
Colosenses 3:14-15 |
Sobre todas estas vestiduras, para mantenerlas unidas y completarlas, vístete de amor. Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, porque para esto habéis sido convocados como miembros de un solo cuerpo. Estad siempre agradecidos.
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