Catholic Calendar 07 Diciembre 2025

Domingo
Año: A(II). Semana del salmo: 2. Color litúrgico: Violeta.

Año: A(II). Semana del salmo: 2. Color litúrgico: Violeta.

En otros años: San Ambrosio de Milán (340? - 397)

Ambrosio nació en Tréveris (hoy en Alemania) entre 337 y 340, en el seno de una familia romana: su padre era prefecto pretoriano de la Galia. Ambrosio fue educado en Roma y se embarcó en el cursus honorum estándar de los abogados y administradores romanos, en Sirmium, la capital de Iliria. Hacia 372 fue nombrado prefecto de Liguria y Emilia, cuya capital era Milán.
  En 374 el obispado de Milán quedó vacante y cuando Ambrosio intentó apaciguar el conflicto entre católicos y arrianos por el nombramiento de un nuevo obispo, el pueblo se volvió contra él y le exigió que se convirtiera él mismo en obispo. Era laico y aún no estaba bautizado (en aquella época era habitual retrasar el bautismo y permanecer años como catecúmenos), pero eso no era una defensa. Coaccionado por el pueblo y por el emperador, fue bautizado, ordenado e instalado como obispo en el plazo de una semana, el 7 de diciembre de 374.
  Inmediatamente donó su dinero a los pobres y sus tierras a la Iglesia y se puso a aprender teología. Tenía la ventaja de saber griego, cosa que poca gente hacía en aquella época, y así pudo leer a los teólogos y filósofos orientales, así como a los occidentales.
  Era asiduo en el desempeño de su cargo, actuando con caridad hacia todos: un verdadero pastor y maestro de fieles. No le impresionaba el estatus y cuando el emperador Teodosio ordenó la masacre de 7.000 personas en Tesalónica, Ambrosio le obligó a hacer penitencia pública. Defendió los derechos de la Iglesia y atacó la herejía arriana con erudición, firmeza y dulzura. También escribió una serie de himnos que aún se utilizan hoy en día.
  Ambrosio fue una figura clave en la conversión de san Agustín al catolicismo, impresionando a Agustín (hasta entonces poco impresionado por los católicos que había conocido) por su inteligencia y erudición. Murió el Sábado Santo, el 4 de abril de 397.

Sobre el autor de la Segunda Lectura del Oficio de Lecturas de hoy:

Segunda Lectura: Eusebio de Cesarea (c.260 - c.340)

Eusebio se convirtió en obispo de Cesarea Marítima (una antigua ciudad, más tarde abandonada, en lo que hoy es la costa israelí entre Jaffa y Tel Aviv) en torno al año 341. Es razonable suponer que nació en la ciudad, que era entonces un importante centro de aprendizaje cristiano.
  Eusebio fue un prolífico autor y polemista. Gran parte de su obra ya no se conserva. Doctrinalmente, no siempre se le consideró ortodoxo, en una época en la que los detalles de la ortodoxia todavía se estaban elaborando. Su aportación perdurable es su Historia Eclesiástica, larga, exhaustiva y erudita, fuente indispensable para la historia de la Iglesia primitiva. Las segundas lecturas del Oficio de Lecturas incluyen también, en Adviento, un extracto de un comentario suyo al libro del profeta Isaías.

Color litúrgico: violeta

El violeta es un color oscuro, ‘el tinte sombrío de los mortificados, que denota aflicción y melancolía’. Litúrgicamente, es el color del Adviento y la Cuaresma, los tiempos de penitencia y preparación.

Lectura de media mañana Romanos 13:13-14
Vivamos decentemente como se vive de día: sin orgías de borrachos, sin promiscuidad ni libertinaje, y sin disputas ni envidias. Que vuestra armadura sea el Señor Jesucristo.

Lectura de mediodía 1 Tesalonicenses 3:12-13
Que el Señor sea generoso en aumentar vuestro amor y haga que os améis los unos a los otros y a todo el género humano tanto como nosotros os amamos. Y que confirme de tal modo vuestros corazones en la santidad, que seáis irreprensibles a los ojos de nuestro Dios y Padre, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

Lectura de la tarde (2 Tesalonicenses 1:6-10)
Dios os recompensará muy justamente a vosotros, que ahora sufrís, con la misma paz que nos dará a nosotros, cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo con los ángeles de su poder, cuando venga para ser glorificado entre sus santos y visto en su gloria por todos los que creen en él.