Catholic Calendar 05 Junio 2025

Jueves
Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Rojo.

Año: C(I). Semana del salmo: 3. Color litúrgico: Rojo.

San Bonifacio (675? - 754)

Durante los primeros cuarenta años de su vida, Bonifacio fue conocido como Wynfrith. Nació en Devon y se educó en el monasterio de Exeter, para ingresar después en la abadía benedictina de Nursling, cerca de Southampton. Fue maestro y predicador, pero deseaba predicar el Evangelio en tierra extranjera. En 718, el papa Gregorio II le encargó que lo hiciera, al tiempo que le cambiaba el nombre de Wynfrith por el de Bonifacio.
  Bonifacio abandonó Inglaterra, para no volver jamás, y llevó el evangelio a las tribus paganas de Alemania, donde tuvo gran éxito. Él mismo fue creado obispo de Maguncia, y fundó o restauró diócesis en Baviera, Turingia y Franconia. En sus últimos años trabajó con el rey Pepino el Breve para reformar la Iglesia franca, y luego, con más de setenta años, se dispuso a evangelizar Frisia (parte de la actual Holanda), donde fue atacado y asesinado, el 5 de junio de 754.
También fue obispo de Maguncia.
  Está enterrado en Fulda, cerca de Frankfurt, en el monasterio que él mismo fundó, y es honrado como el apóstol de Alemania.

Color litúrgico: rojo

El rojo es el color del fuego y de la sangre. Litúrgicamente, se utiliza para celebrar el fuego del Espíritu Santo (por ejemplo, en Pentecostés) y la sangre de los mártires.

Lectura de media mañana 1 Corintios 12:13
En un solo Espíritu fuimos bautizados todos, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como ciudadanos, y un solo Espíritu se nos dio a beber a todos.

Lectura de mediodía Tito 3:5,7
Dios nos salvó mediante el agua purificadora del renacimiento y renovándonos con el Espíritu Santo que tan generosamente ha derramado sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro salvador. Lo hizo para que fuésemos justificados por su gracia, para convertirnos en herederos que esperan heredar la vida eterna.

Lectura de la tarde (Colosenses 1:12-14)
Damos gracias al Padre que ha hecho posible que participemos de la herencia de luz de los santos. Nos ha sacado del poder de las tinieblas y nos ha creado un lugar en el reino del Hijo que ama. En él, ganamos nuestra libertad y el perdón de nuestros pecados.